Iniciamos clase de matemáticas. Antes de entrar de lleno a la clase realizamos una dinámica llamada “el zoológico” con el fin de integrar equipos para la realización de las actividades.
Siempre pienso mucho si debo o no de llevar a cabo alguna dinámica porque temo que el control y disciplina del grupo se me salga de las manos.
Concluida la dinámica, se forman los equipos. Comienzo a dar las indicaciones de lo que realizarán con el material, mismo que a la vez les entrego y les hago algunas cuestiones para reactivar conocimientos previos. “A cada equipo le voy a entregar una cantidad diferente de semillas, bolsas y cajas; con ellas van a formar tantas bolsas y cajas se puedan, recuerden que su equipo no tiene la misma cantidad de semillas que el resto de los equipos; alguien me puede decir, ¿a cuánto equivale una centena?, por un segundo nadie contesta hasta que alguien con intención de adivinar dice: ¡¿diez!?; lo observo y rápidamente todos comprenden que probablemente esa no es la respuesta correcta y comienzan a adivinar. Pido que guarden silencio y que si alguien quiere participar debe levantar la mano o de lo contrario no se le escuchará. Sigo cuestionándolos pero ahora sobre la decena y la unidad”.
Me doy cuenta de que algunos alumnos no retienen los conocimientos adquiridos en las clases anteriores, quizá la forma en que se les enseño dicho contenido no fue muy clara para ellos o quizá requieren de más ejercicios que les ayuden a entenderlo mejor.
Infiero sobre cuántas semillas se supone que llevaría una bolsa y me contestan que diez, una caja, y rápidamente responden que cien. Por último pregunto qué se haría con las semillas sobrantes y solamente una alumna respondió que dichas semillas correspondían a la unidad.
El problema surgió cuando debían registrar en una tabla que coloque en el pizarrón el total de bolsas y cajas que habían formado por equipo, así como las semillas sobrantes. Por ejemplo: a un equipo le entregue 99 semillas. Al registrar debía quedar con un total de cero cajas, nueve bolsas y nueve semillas sobrantes, se puede observar que no hubo tal problema:
Numero de cajas | Número de bolsas | Semilla sobrantes | Número que se forma | Cuántas semillas faltan para 150 |
0 | 9 | 9 | 99 | 51 |
Otro de los equipos recibió 110 semillas, y su registro fue asi:
Numero de cajas | Número de bolsas | Semilla sobrantes | Número que se forma | Cuántas semillas faltan para 150 |
0 | 11 | 0 | 11 | 139 |
Se puede observar que el problema fue que no se percataron de que al formar diez bolsas éstas pasaban a ser una caja. Entonces ya no serían cero cajas sino una caja, 11 bolsas sino una bolsa y cero semillas sobrantes.
Mi pregunta es, ¿por qué los alumnos no comprendían que al formar diez bolsas con diez semillas cada una, pasaban a ser una caja, misma que equivalía a cien semillas (una centena), pero agrupadas en diez bolsas de diez semillas cada una, si sabían que una bolsa equivalía a diez semillas (una decena) y que la caja a cien semillas (una centena).
Como siempre los más interesados intentan resolver las cuestiones que aparecen en la tabla de registro, y como es costumbre por lo menos uno de cada equipo, no sabe de lo que se está trabajando.
Pero qué se puede hacer si el contenido de las centenas, decenas y unidades ya se había tratado varias veces antes y los alumnos aun no logran comprenderlo ni retenerlo.
Creo conveniente que la próxima vez que comience a trabajar con algún contenido, debo reafirmar los conocimientos previos de los alumnos y saber en qué grado de manejo se encuentran sobre dicho contenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario